Las vacaciones de Navidad están a la vuelta de la esquina. Dos semanas enteras para pasar tiempo con la familia y los amigos. A todos nos gusta acurrucarnos en el sofá con una manta, pero también es bueno ingerir vitamina D. Éstas son nuestras siete divertidas ideas para las vacaciones de Navidad.
1. La gran amplitud
Las vacaciones de Navidad pueden parecer ajetreadas en todas partes, ya que todo el mundo tiene tiempo libre. Por suerte, la naturaleza ofrece mucho espacio para una divertida excursión navideña. Visite un hermoso bosque o la costa y disfrute del bello entorno mientras dan un paseo a pie o en bicicleta. Si hace suficiente frío, ¡podríais incluso disfrutar patinando sobre hielo! Todas estas son formas no sólo divertidas, sino también sanas de pasar tiempo juntos, que te permitirán disfrutar aún más del chocolate caliente de después.
2. Visitar un mercado navideño
No hay mejor manera de entrar en el espíritu festivo que visitar un mercado navideño. Lo mejor es que los hay de todas las formas y tamaños, así que hay uno perfecto para cada persona. La mayoría de los mercadillos navideños están formados por puestos de venta de productos navideños (hechos a mano), puestos de comida, puestos de música y lugares donde disfrutar de actividades navideñas tradicionales. Cada mercado se centra en algo diferente. En Amberes, hay una pista de patinaje sobre hielo de 1.200 m2 en la que se puede patinar a toda velocidad. En Reims (Francia) podrá degustar el mejor champán, y en Gubbio (Italia) encontrará cada año el árbol de Navidad más alto del mundo; la montaña junto a la ciudad se decora con luces para crear un árbol de Navidad de 650 m de altura.
3. En la naturaleza
Puede que el zoo no sea la primera excursión en la que piense cuando llegan las vacaciones de Navidad, pero en realidad es una oportunidad ideal por varias razones. La mayoría de los zoológicos tienen menos visitantes, lo que le ofrece más espacio y tiempo para ver todos los animales con su familia. También es interesante ver si el comportamiento de los animales cambia durante el invierno, y cómo lo hace, ya que algunos incluso entran en hibernación. Algunos zoológicos hacen todo lo posible con sus decoraciones de invierno, lo que hace que la visita sea aún más especial y la manera perfecta de entrar en el espíritu festivo, especialmente si tienen luces de hadas encendidas cuando se hace más oscuro. Le recomendamos que compruebe si los restaurantes están abiertos, ya que a veces cierran en invierno. Si es así, llévese su propio picnic de invierno con un termo lleno de chocolate caliente, café o té. ¿Qué mejor manera de disfrutar de un picnic que con vistas a todos esos simpáticos animales?
4. Jugar al aire libre
Podrías pasarte todos los días jugando a juegos de mesa junto al árbol de Navidad, pero salir a jugar una o dos partidas puede aportar alguna variación bienvenida. Permita que todos quemen algo de energía mientras disfrutan de la compañía de los demás. Hay muchas variantes de los juegos clásicos, como el ajedrez gigante o las damas. Si te preocupa pasar frío, opta por un juego de grupo más activo, como el clásico escondite o el pilla-pilla. Incluso puedes organizar una búsqueda del tesoro. Sea cual sea el juego que elijas, todos os divertiréis y os libraréis de la fiebre del frío.
5. Alégrate el día
Los días son más cortos y oscuros, pero eso nos permite disfrutar aún más de las bonitas luces. Muchos lugares organizan festivales de la luz en esta época del año, durante los cuales se pueden contemplar obras de arte realizadas con luces. Dependiendo del lugar en el que se encuentre, existen diferentes versiones, pero lo principal son siempre las luces de colores. Ámsterdam ofrece un paseo en barco por los canales, con más de 20 instalaciones de arte lumínico diferentes a lo largo del recorrido. En Londres, podrá descubrir un mágico e interactivo mundo de luz en 3D. Lugares y edificios muy conocidos de Helsinki se convierten en arte urbano durante el festival Lux.
6. ¡Hielo, hielo!
Los escultores de hielo pueden hacer cosas realmente fantásticas con el hielo. Un festival de esculturas de hielo le ofrece la oportunidad de ver sus mejores creaciones, y la buena noticia es que en esta época del año hay muchos festivales de este tipo por toda Europa. Las esculturas de hielo se hacen con herramientas para esculpir un bloque macizo de hielo, picándolo hasta que aparecen las creaciones más magníficas. El mayor festival de esculturas de hielo de Europa se celebra en Zwolle (Países Bajos), con más de 275.000 kg de esculturas de hielo de hasta 6 metros de altura. Poznan (Polonia) convierte en diciembre su antiguo mercado en un jardín de esculturas de hielo, además de organizar impresionantes concursos en los que los escultores disponen de un solo día para crear la mejor escultura de hielo.
7. Visitar un belén
Tal vez tenga en casa una versión reducida de un belén como parte de su decoración navideña, pero puede ser encantador visitar un belén viviente, una tradición que se encuentra en todo el mundo. En algunos se representa la historia del nacimiento de Jesús con actores, a veces con animales de verdad. Es muy divertido tanto para niños como para adultos, y una buena forma de introducir a los más pequeños en la historia. Uno de los belenes más famosos es el de la Basílica de San Pedro de Roma, que comenzó a representarse en 1982. En Soest (Países Bajos), encontrará el tradicional burro y el buey, pero también conejos, gallinas y pollitos, lo que es ideal para los más pequeños. A los italianos también les encantan los belenes, como el de Custonaci, en Sicilia, donde tienen un belén viviente dentro de una cueva con nada menos que 160 actores. Cuentan la historia clásica y hacen demostraciones de antiguos oficios y costumbres.
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